En recuerdo del Padre Granda


El pasado fin de semana hicimos una excursión a los Picos de Europa para celebrar el aniversario del Padre Granda sj, fundador de los Grupos Católicos Loyola. Empezamos las actividades con una misa en la iglesia de Ribota, el pueblo donde está la casa del cura. Allí pudimos acomodarnos todos estrechándonos para hacer un sitio al de al lado. Los textos que se leyeron en la misa y las canciones que se cantaron nos recordaron las poesías del cura y, Paco en su homilía, nos recordó lo importante que es tener un mediador como el cura para acercarnos a Jesús.

Después nos acercamos a visitar la casa del cura, haciendo turnos, porque allí sí que no cabíamos todos. Vimos lo bien conservada que está y las reformas que se han hecho últimamente. Aprovechamos para plantar un acebo como recuerdo de esta visita y le hicimos un regalo a Rosario, la sobrina del cura que vino al viaje con nosotros, y otro a Andrés en agradecimiento por los cuidados que ha tenido con esta casa durante tantos años. 
A continuación nos colocamos todos en el prado para hacernos una foto de grupo. Si queréis verlas, Eva os puede enviar el enlace donde están.


Por la tarde fuimos al puerto de Panderueda donde pudimos comer unos bocadillos, dar un paseo hasta el mirador de Piedrashitas y hacer un rato de oración-contemplación en medio del paisaje sobrecogedor de los picos. Terminamos la tarde con unos juegos de campamento organizados por los universitarios.








Por la noche, después de cenar, tuvimos un festival en el que salieron varios grupos a hacer sus "gracias", pero el plato fuerte fue el documental de 20 min. que prepararon los universitarios sobre el Padre Granda. Al día siguiente tuvimos una misa en el mismo albergue en la que Paco aprovechó para dirigirse a los más pequeños. Hay que decir que de los 230 que fuimos, había más de 90 por debajo de los 16 años.
Después dedicamos la mañana a trabajar la figura del P.G. leyendo por grupo varios de sus escritos y haciendo después una puesta en común. Fue una alegría comprobar cómo las personas que no habían conocido al cura pudieron apreciar de cerca el espíritu que nos transmitió. Una buena parte del éxito se debió al trozo que vimos del vídeo de la última misa de Navidad del cura en el año 1986.  A los mayores nos impresionó volver a escuchar una homilía del cura, como si presente se hallara.

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