Cerramos los ojos cuando queremos concentrarnos en algo. Cerramos los ojos para aislarnos del mundo. Cerramos los ojos cuando queremos hablar con Dios sin distraernos... ¿Pero cerramos también los ojos cuando estamos en misa? El otro día comentaba un amigo su manera de vivir la Eucaristía y me decía: "hago propósito de no cerrar los ojos". El sentido que le daba a este gesto es el de reforzar la dimensión comunitaria de la Eucaristía. Cuando cerramos los ojos nos concentramos en la relación personal con Dios, pero nos olvidamos de que estamos haciendo una oración comunitaria. Estamos todos juntos haciendo lo mismo pero, si cerramos los ojos, no nos enteramos de lo que hacen los demás. Hemos empezado esta cuaresma con la lectura "Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido...". La oración personal es una clave fundamental de nuestra relación con Dios, pero no la podemos confundir ni sustituir por l
Hay una canción del grupo Ain Karem que nos explica la necesidad de la Eucaristía. La introducción del disco y la letra de la canción son una maravilla: Contemplando a Jesús, que se entrega y se nos regala en la Eucaristía, podemos llegar a experimentar el deseo de Él, de su Alimento, de su Vida. La contemplación de nuestro mundo sufriente también provoca esta sed desgarradora. Sólo Tú, Señor, puedes saciar nuestra hambre y nuestra sed de Justicia y de Amor. DANOS DE TU PAN, DANOS DE TU VINO. Hambre y sed de Tí Dame de tu Pan, de tu Cuerpo compartido dame a beber de tu Sangre vertida en amor y hazme una en ti, párteme contigo repárteme entre quienes tienen hambre y sed Hazme una en ti , párteme contigo repárteme entre quienes tienen hambre y sed de ti Tengo hambre de ti, siento sed de tu justicia, ante el dolor de mi pueblo, ante el llanto de mi gente ante el temor a la muerte tengo sed, tengo sed de ti
( Pulsa aquí para ver el artículo completo ) Esta celebre oración de Santo Tomás de Aquino, con la música compuesta por Cesar Franck , se ha convertido en una de las músicas clásicas más cantadas en las celebraciones. Con ocasión de preparar los cantos de una boda, he estado repasando esta oración. El Panis Angelicus forma parte junto con el Pange Lingua de los cinco himnos compuestos por Santo Tomás con referencia al sacramento de la Eucaristía. A continuación tenéis el texto junto a su traducción en español. Siempre que hay un canto en latín, es imprescindible añadir su traducción porque no basta con escuchar la música. Hay que transmitir el mensaje con el texto para llegar al corazón. Panis angelicus fit panis hominum; Dat panis coelicus figuris terminum: O res mirabilis! manducat Dominum Pauper, servus, et humilis. Te trina Deitas unaque poscimus: Sic nos tu visita, sicut te colimus; Per tuas semitas duc nos quo tendimus, Ad lucem quam inhabitas. Amen. El
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