Cerramos los ojos cuando queremos concentrarnos en algo. Cerramos los ojos para aislarnos del mundo. Cerramos los ojos cuando queremos hablar con Dios sin distraernos... ¿Pero cerramos también los ojos cuando estamos en misa? El otro día comentaba un amigo su manera de vivir la Eucaristía y me decía: "hago propósito de no cerrar los ojos". El sentido que le daba a este gesto es el de reforzar la dimensión comunitaria de la Eucaristía. Cuando cerramos los ojos nos concentramos en la relación personal con Dios, pero nos olvidamos de que estamos haciendo una oración comunitaria. Estamos todos juntos haciendo lo mismo pero, si cerramos los ojos, no nos enteramos de lo que hacen los demás. Hemos empezado esta cuaresma con la lectura "Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido...". La oración personal es una clave fundamental de nuestra relación con Dios, pero no la podemos confundir ni sustituir por l...
( Pulsar aquí para ver el artículo completo ) Hoy os traigo una canción de Cristóbal Fones basada en el poema de Pedro Casaldáliga que escuché el viernes pasado en RezandoVoy.org . La fuerza de la Eucaristía impulsando al hombre desde dentro es capaz de traer el Reino de Dios a la tierra. Mi Cuerpo es Comida Mis manos, esas manos y Tus manos hacemos este Gesto, compartida la mesa y el destino, como hermanos. Las vidas en Tu muerte y en Tu vida. Unidos en el pan los muchos granos, iremos aprendiendo a ser la unida Ciudad de Dios, Ciudad de los humanos. Comiéndote sabremos ser comida, EI vino de sus venas nos provoca. El pan que ellos no tienen nos convoca a ser Contigo el pan de cada día. Llamados por la luz de Tu memoria, marchamos hacia el Reino haciendo Historia, fraterna y subversiva Eucaristía. Pedro Casaldáliga
(Pulsa aquí para ver el artículo completo) Este curso estamos haciendo una campaña en la misa de Bachilleres para que caigan en la cuenta de la importancia de los gestos en la Eucaristía. Se trata de recordar que somos una comunidad que vivimos juntos la presencia del Señor y por eso hacemos todos los mismos gestos que se hacen en el resto de misas de la Iglesia Católica. Nos ponemos en pie al empezar, nos sentamos para escuchar las lecturas, excepto el Evangelio que también lo escuchamos de pie, nos damos la mano en el Padrenuestro, hacemos una procesión para ir a comulgar al altar, etc. Estamos prestando especial importancia a que se enteren de lo que hacen, de donde están y se acostumbren a estar en silencio atendiendo a lo que ocurre. Ya escribí aquí el curso pasado algo sobre los problemas de las misas con chavales entre los 13 y los 17 años . Este año seguimos igual porque cada curso entra una promoción nueva de chicos de trece años que, a veces, no se saben ni...
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