Digitalización de la liturgia

En estos días hemos empezado a asistir, mediante Youtube/Zoom/etc., a misas, charlas, encuentros de oración, reuniones para compartir la fe, etc. porque no podíamos quedarnos parados. La dimensión comunitaria del encuentro con el Señor no se podía mantener en un confinamiento y nos hemos dado de bruces con unas posibilidades insospechadas para llegar mucho más allá de lo que hacíamos antes.

Pero la apuesta por el uso de estos recursos necesita de un aprendizaje por las dos partes. Por un lado, el “asistente” tiene que aprender a conectarse con cada herramienta y, más o menos, todos tenemos alguien que nos ayuda para ir tirando y acabar entrando en la actividad. Y por otro lado el “convocante” que tiene una responsabilidad mucho mayor porque actúa como anfitrión y que se tiene formar convenientemente para que estas actividades faciliten el ambiente de oración y los defectos no sean una distracción.

Todos los esfuerzos en este sentido se multiplican por los cientos de personas que están disfrutando de la celebración desde sus casas. Si las palabras se oyen bien, si la transmisión no se corta, si las músicas se escuchan desde su versión original, si la imagen enfoca a las personas que hablan y se refuerza con algún mensaje escrito. Cada detalle te engancha y ayuda a estar “más presente”, pero cada fallo te echa para atrás y te separa del Señor.

Algunos ejemplos en el uso de recursos digitales:

  • Transmitir una misa en directo ya es algo complicado sin llegar al nivel de La 2 en Televisión Española. Hay que conseguir un sonido inteligible y que lo que captura el micrófono se emita directamente. Las misas de los jesuitas de Maldonado fueron un ejemplo a seguir mientras duraron.
  • Ya no es necesario repartir cancioneros en papel. Si todos tenemos un móvil en el bolsillo podemos seguir las canciones en  http://cancionero.gloyola.org/
  • Las iglesias ya tienen pantallas y proyectores donde se pueden proyectar también las canciones, el salmo responsorial que tenemos que repetir o alguna imagen que apoye la homilía. Qué bueno sería tener un cura que cuando empieza una homilía diciendo: hoy quiero centrarme en tres temas, se atreviera a ir proyectando las claves que quiere transmitir. Los recursos pedagógicos cambian con los tiempos.
  • En época de pandemia es peligroso cantar en las iglesias, pero la música grabada, conectada a los altavoces, es un sustituto perfecto. Aquí tenéis 350 canciones, clasificadas por la cita bíblica, para reproducir en las misas:
    https://pastoralmusical.es/inicio/la-biblia-en-cantos
  • El encuentro oracional de AinKarem , emitido en directo el 17/10/20, enviando el sonido de la mesa de mezclas permite una inmersión en el ambiente que ayuda mucho en la oración a las mil personas que se conectaron (con un pico de 500 conexiones).
  • En la oración de cada día podemos usar el Evangelio Diario (de la Compañía de Jesús) en el móvil: -Aquí la aplicación para móviles Android - con la ventaja de que incluye el texto de todas las lecturas, y no como el libro de papel que solo incluye las citas.

No se trata de buscar más sitios para conectarnos sino de repensar nuestras propias actividades para que lleguen mejor, a más personas, con más profundidad.  El uso de la tecnología ya es parte de nuestra vida y no podemos dejar al Señor fuera de ella. Nuestra vida de fe no se puede quedar al margen del resto de actividades porque el Señor habita nuestro corazón y desde ahí ilumina todo lo de alrededor, incluyendo el uso del móvil. Igual que Santa Teresa decía que Dios anda en los pucheros, ahora tenemos que decir que Dios anda en los bytes porque nada de lo humano le es ajeno.

La brecha digital es económica, cultural y generacional, pero la podemos superar entre todos para que el Señor se cuele por ella como la luz que atraviesa la grieta.


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