Eucaristía de Acogida y Envío


Siempre celebramos la Eucaristía para recordar la muerte y resurrección de Jesucristo, pero también aprovechamos para iluminar los momentos importantes de la vida y de la comunidad.
En este caso se trataba de comenzar el curso con buen pie, poniendo la comunidad en manos del Señor, acogiendo a los que quieren participar de la fe dentro del grupo y sintiéndonos enviados por Dios a proclamar su Reino durante este curso.
El pasado día 16 celebramos esta Eucaristía en la que disfrutamos de momentos tan importantes como la imposición de las manos a los que se incorporan a la comunidad tanto desde el grupo de Universitarios como desde el grupo de Acogida. El canto que acompañaba este momento era el 121 de nuestro cancionero: Ruah, Ruah, Ruah. No es el poder ni es la fuerza, sino el Espíritu de Dios.

Tuvimos la oportunidad de celebrar la eucaristía en la capilla del colegio Jesús María de Juan Bravo. No es la iglesia ideal para mi gusto por la decoración recargada y la incomodidad del acceso. Pero por fin pudimos levantarnos y sentarnos con comodidad para realzar con nuestros gestos los momentos de la misa. Pudimos acercarnos a recibir la comunión en una procesión. Pudimos sentarnos en bancos laterales que rodeaban al altar y colocar al coro en un sitio amplio. Pudimos, en definitiva, dar otro aire a las celebraciones reuniéndonos en un lugar que no sea ni un teatro ni una sala de conferencias.

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